Me pregunto cuándo es el momento en que se decide el camino,
cuándo fue que las cosas dejaron de importarme,
desde cuándo me dejo follar por delante y por detrás y al otro día no lo recuerdo,
cuándo perdí la gracia de dejarse seducir y empecé a empelotarme sin esperar que me salte el corazón.
Cuándo fue que conocer el sabor de la esperma del amigo es tan simple como el vaso de Coca cola.
Y es tan difícil desandar el camino, con tantas camas recorridas, y con la vista perdida entre hombres y mujeres.
¿ cuándo fue que elegí este camino?
O será que el camino me eligió a mí, que una vez pasada la rabia y el despecho me quedé con las costumbre de fornicar sin amor.
Y busco desesperada algo que me de vueltas la cabeza,
algo que me desarme el corazón y no el clítoris.... y no hay nada....
solo libros y clientes molestos.
¿ cuándo fue que perdí las emociones?
Desde cuándo la función de la agenda es recopilar reglas, días fértiles y polvos varios,
desde cuándo los hombres están en una lista y se califican con estrellitas.
Cuándo me volví este pedazo de carne,
este animal hambriento, una cabezota llena de abstracciones y conceptos que perdió el interés en las cosas menos importantes.
Cómo deshago los pasos, cómo devuelvo mis malas intenciones,
cómo dejo de mirar a los amigos entre ojos rojos y pieles temblorosas,
cómo me arranco las tetas para sentir que tengo corazón.....
Después de meses de forzada rehabilitacion noto que nada ha cambiado,
que sigo esclava y esclavizando,
que a pesar del abandono, de la concentración, de la calma.
La vacuidad sigue ocupando el salón principal.
Tengo una lucha constante en la que salgo siempre perdiendo.
El no amor me sigue envolviendo y ya no sé como desandar mis propios pasos....
como retroceder el camino que yo misma elegí.